Sobre mi
Abogado especialista en Derecho de Consumo en Santiago de Compostela y A Coruña
Los ciudadanos nos sentimos muchas veces indefensos ante los abusos de muchas empresas que nos venden productos y servicios. Y a menudo desechamos la idea de reclamar, y sin embargo, estas situaciones generan un enorme impacto en las economías familiares. Piñeiro Abogados lleva defiendo los intereses de sus clientes desde hace muchos años.
Experiencia y especialización en la defensa de los derechos de nuestros clientes
En nuestro despacho, ponemos al servicio de nuestros clientes nuestra experiencia de 40 años en el ámbito civil y en la reclamaciones relacionadas con los derechos de los consumidores.
Son muchas las situaciones en las que nos encontramos como consumidores que nos colocan en una situación de indefensión: cláusulas abusivas en contratos, defectos en productos, publicidad engañosa, incumplimiento de contratos de compraventa, servicios deficientes, problemas con el cumplimiento de ls garantías, protección de datos y privacidad. Si te encuentras en algunas de estas situaciones, contacta con nuestro abogado especialista en consumo en Santiago de Compostela y A Coruña.
Cláusulas abusivas
Estas cláusulas generan un enorme desequilibrio entre los derechos y las obligaciones entre las partes, como las cláusulas suelo en contratos hipotecarios.
Productos defectuosos
¿Has adquirido un producto defectuoso? ¿Un producto que has comprado ha causado daños ya sean materiales o sean personales?
Publicidad engañosa
La publicidad pueda inducirnos a errar en la decisión de compra, al basarse en una información que difiere de las características o precio real del producto o servicio.
Incumplimiento de contrato
En muchas ocasiones la calidad de producto o servicio, o sus condiciones no se ajustan a lo establecido en el contrato.
Servicios deficientes
Reclamaciones como por ejemplo reparaciones de vehículos, servicios de telecomunicaciones, o servicios bancarios, entre otros.
Fraudes
Casos en los que mediante engaño se perjudica económicamente al consumidor, puede llegar a ser un delito.